Como duele cuando tu pensamiento y razonamiento eligen un camino o destino distinto al de tu corazón. Es una guerra de pensamientos, sensaciones, emociones. Me agobia darme cuenta del egoísmo que me llena por dentro. En este momento busco el olvido. Tan solo quiero que me llene la oscuridad, la calma, y poco a poco que todo se llene de luz, de forma que no me de cuenta de que por fin no te recuerdo, no siento nada, absolutamente nada por ti.
Quizás encuentre el destino razonable, pero ¿como se le hace frente a la fuerza del corazón? es una buena pregunta que nadie ha podido contestar desde hace millones de años.
No tengo fuerzas suficientes para elegir. Ni capacidad suficiente para sustituirla. Aunque se diga que nada es imposible.
Quiero quedarme con mi regalo de navidad. Y ser como las princesas de los cuentos.