Caminando tranquilamente hacia el sol, y de repente la luz cegadora deja entrever los colores llamativos que recorren su cuerpo. Al contraluz podemos ver el contorno de tu pecho y tus andares de héroe sin mascara.
Tras unos segundos de ceguera podemos ver tu sonrisa eterna sin significado, los músculos que forman tu cuello, tus brazos fuertes como el hierro. Sentimos dolor en nuestro interior, porque el corazón se acelera, el nerviosismo nos llena, nos hunde en un eterno pozo del que nadie encuentra salida.
Tu pasas de largo, sin decir nada, oír nuestros pensamientos que nos inundan, nos manchan la vista de negro.
Y nosotras solo nos intentamos olvidar de tu sonrisa y de tu cuerpo, saliendo de ese pozo, de nuestros llantos muertos, que ya no persiguen nada, porque la nada los a cubierto.
Y este es nuestro pesar y amargo castigo, ¿que se puede hacer?... preguntárselo al destino.
Tia y tanto k es verdad esto a cualquier mujer le ha pasado alguna vez seguro, x lo menos a mi sii. Escribes fenomenal ester mi niña tequieroo(L)
ResponderEliminarme gusta mucho, jaja mi primer comentario^^
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