Días llenos de constantes aventuras,
paraíso para algunos pero infierno para otros,
continuo movimiento con vistas al mar,
paraíso con final.
Deseos profundos de arena y mar,
de azul y verde, de compañía y libertad.
Deseos de verte de nuevo,
de oír el cantar,
el cantar de sirenas que se esconden en tu agua con sal.
Esa sal proviene de llantos,
llantos por terminar.
Una noche te despiertas,
y ya no ves palmeras, nubes y arena.
Solo camas frías que echan de menos aquellos días,
aquellos recuerdos y aquellas vidas.
¡Qué tiene el mar...o la mar, que tanto atrapa! Creo que no es solo la belleza, hay algo más que no acierto a distinguir, ni puedo explicar. ¡Pero ahí está! Probablemente sea ese algo inexplicable lo que nos hace amar paisajes, personas...Algo inexplicable que tú también tienes, por eso te quiero. Beso.
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